lunes, 28 de enero de 2008

En plan travesti radical

Hoy me apetece contar cómo me han sentado los huevos fritos, que se suele decir (o no). Y es que hoy, como dice la canción (más o menos), hoy he decidido rechazar todo vestigio de tristeza. Hoy todo lo malo me la suda. Hoy he llegado a casa como si me hubiera metido una sobredosis de Prozac.
Y la verdad, es que hacía mucho tiempo que no estaba así de motivada, con ganas de hacerlo [casi] todo y encontrándole la gracia a cualquier nimiedad, como solía hacer.
Y también, hacía mucho tiempo (no sé si es la primera vez, incluso) que no me quedaba tres cuartos de hora (de reloj) con unas amigas contando chistes malos unos detrás de otros, sin casi dejar tiempo entre ellos. De esos tan malos tan malos, que de malos que son resultan hasta buenos, y todas acabamos con agujetas en la cara de tanto reirnos, y yo acabé diciendo que no me llegaba el oxígeno al cerebro, pero como hoy "descubrimos" el color rojo hemoglobina, en realidad, y para ser más exactos, lo que no me llegaba al cerebro era esta misma.

En fin, aún me espera medio tema de números complejos. ¡Pero me da igual! Porque amigos, los números complejos, al menos hoy, molan =)

Os deseo un buen día a todos (aunque a estas horas... ejem)

Escuchando: Pixies - La la love you

domingo, 27 de enero de 2008

Fascinación por la vergüenza

No es la primera vez que digo (ni será la última) que digo, con mayor o menor justificación, que siento una especie de fascinación por la vergüenza. O placer por la vergüenza. O excitación hacia el ridículo. O cosas del estilo.

Y precisamente me volví a acordar de esto el otro día, y últimamente lo estoy haciendo algo a menudo, con motivo de cierto concurso de cartas de amor en el que cada vez veo más difícil que participe (porque no, los de la generación Pokémon no sabemos escribir cartas). Esto es, porque he leído varias veces (una de ellas, creo recordar que posiblemente en algún artículo de uno de mis lectores) que la gente que escribe (ya sean escritores profesionales, amateurs, bloggers esporádicos... incluso la preadolescente que le cuenta su vida a un diario) siempre lo hace con cierto afán exhibicionista.
Y me volví a acordar de todo esto, porque a pesar de que siempre me entre el pavo diciendo la mucha vergüenza que me da que lean lo que escribo, siempre se lo acabo enseñando a alguien... o siempre me gustaría que algún día lo leyera alguien, aunque yo no me enterara. Y porque prueba de todo ello es que ya voy por el segundo (tercer/cuarto) blog.

Escuchando: Attica Blues - BluePrint

miércoles, 23 de enero de 2008

Incumpliendo propósitos

Bueno, pues como a parte de dárseme fatal pensar títulos, tengo una fuerza de voluntad no pésima, sino inexistente, obviamente no he cumplido... digamos que ninguno o casi ninguno de los "propósitos de año nuevo". Sobre todo, el que consistía en actualizar esto... alguna vez :P

En fin, hoy la verdad es que no me apetece escribir uno de esos posts tan intensos que parece ser que tanto os gustan últimamente. En realidad ni siquiera pretendía actualizar hoy; tenía pensado hacerlo el otro día, cuando el señor X me riñó y esas cosas :P

El caso es que hoy he rescatado las bandas sonoras de But I'm a cheerleader y Fucking Åmål y me ha entrado mono de verlas, aunque creo que me autoprohibiré ver la segunda hasta dentro de una buena temporada, por la salud mental de mis allegados (¿¿??).

Bah, creo que era mejor que no hubiera actualizado... o que siguiera en mi línea de actualizaciones sacadas de alguna canción pop gafapastera.

Escuchando: Evelyn - Funny bunny boy (FÅ OST)

jueves, 3 de enero de 2008

Electrocardiograma

Me gusta usar palabras largas. Recuerdo que de pequeña me hicieron uno.
Tenía un soplo en el corazón, como el disco de Family.

Propuestas de año nuevo que nunca se cumplen:
  • Ampliar mi cultura musical.
  • Ir a más conciertos y comprarme más discos, originales, claro.
  • Aprender a tocar mejor la guitarra. Aprender a tocar bien.
  • Comprarme una guitarra nueva.
  • Estudiar al día, o casi al día.
  • Aprender a cantar.
  • Decir lo que pienso más a menudo.
  • Que parezca que me enamoro, pero sin enamorarme.
  • Ser menos empática. O igual de empática, pero más racional.
  • Actualizar el blog con más frecuencia. Con frecuencia.
Y buen año.

Escuchando: Facto Delafé y Las Flores Azules - Enero en la playa